MANEJA ESTE TIMÓN DE LETRAS...

Bienvenido a esta Bitácora, Navegante...

Este es el Diario de a Bordo de Mar Solana (Mar Cano Montil), psicóloga, escritora y cuentista... Aquí encontrarás mi «Cuaderno de Impresiones, Cuentos, Relatos, Poemas, Reflexiones y otras Historias», una especie de lenitivo para mitigar las heridas que nos inflige este mundo punzante y rasposo... Escribí mi primer cuento con once años, lo inventé en un pequeño aseo donde me gustaba jugar. Con quince decidí que quería aprender el arte de «Domar Caballos Salvajes» (léase Emociones que necesitan volver a coger sus riendas). Por eso llevo un cuarto de siglo, con sus amaneceres y sus lunas, ejerciendo la Psicología... Mis raíces son "abu-leñas" y nací en la capital, pero a mi alma le dio por asentarse a orillas del Guadarrama... Hace algo más de una década regresé a mi pequeño Taller de Letras. Y ahora soy «Psicolotora» especializada en Literalogía o «Escritóloga» en Psicoratura. Me chifla inventar palabras, tender historias de Letras en las cuerdas del olvido y airear mis impresiones al barlovento del papel... Curiosa insaciable del aspecto más espiritual de la existencia, soy como el Caracol, peregrina de un camino infinito de crecimiento y aprendizaje...

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LA MAGIA Y EL AMOR DE LAS LETRAS...


CON LA MAGIA DE LAS LETRAS Y EL AMOR DE SUS ENCUENTROS...

«La Novela es una meditación sobre la existencia vista a través de personajes imaginarios». ©Milán Kundera.


«En esta comarca no existen reyes, aficionados o vasallos de las letras; sólo la magia de los artesanos de la palabra que intentan comunicar». ©Mar Solana.


«La verdadera novela es el arte que nace de la risa de Dios».

©Milán Kundera.

sábado, 4 de febrero de 2012

CARPE DIEM O TEMPUS FUGIT... REFLEXIONES SOBRE EL TIEMPO...


                        
“El tiempo es la hoguera en la que ardemos”, decía mi admirado capitán Jean-Luc Picard en Star Trek, una de mis series favoritas… El tiempo se nos escapa como el agua en un cesto de mimbre; es un mezquino espadachín que rebana nuestros minutos con sus despiadadas manecillas… “Preparadme la paleta, los colores, mis herramientas queridas de trabajo… Sed diligentes que el tiempo es mensajero de terribles urgencias”, inmortalizó  Enrique Gran, extraordinario pintor Cántabro, en la Avenida Reina Victoria de Santander.

Creo que es una sensación compartida que nuestro tiempo se haya transformado en un tren de alta velocidad. El paisaje de nuestra vida es un borrón que se difumina delante de nuestras narices sin que podamos advertir los contornos que nos rodean. Cuando cumplí los treinta, alguien me dijo: “Uf, ya verás ahora, los años vuelan…” No sé si los años, a partir de la treintena, se convirtieron en aviones supersónicos cruzando el firmamento a la velocidad del sonido, lo cierto es que la infancia y la juventud eran territorios infinitos en los que el tiempo parecía un chicle que podíamos estirar a voluntad, masticarlo sin fin o hacer pompas para explotarlas una y otra vez. Incluso, algunas veces, en la soledad de nuestros juegos, deseábamos ser mayores para hacer lo que nos viniera en gana sin señales de stop sepultando nuestras ilusiones. Todo esto es verdad, llega un momento en el que nuestra vida comienza a descender como en la montaña rusa y las horas se convierten en un codiciado tesoro. Es entonces cuando añoramos la infancia y nos arrepentimos de aquel prepotente sueño de crecer deprisa.

Sabias expresiones como Tempus fugit o Carpe diem nos invitan a recapacitar sobre como gestionamos nuestro reloj. Tempus fugit (el tiempo se escapa, vuela…) viene de un verso latino, de un poema escrito por Virgilio: «Sed fugit interea fugit irreparabile tempus» y significa: "Pero huye entre tanto, huye irreparable el tiempo". Su reflexión nos conduce a valorar el tiempo como se merece y a no perderlo con quimeras imposibles o fruslerías.

Carpe diem es una locución latina, acuñada por el poeta romano Horacio (Odas, I, 11), que significa (literal) "coge el día". Esta expresión nos lleva también a pensar sobre la importancia de aprovechar el momento, como si fuese el último de nuestra vida, para no malgastarlo. Carpe Diem es saber disfrutar el presente y no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy…

Sin embargo, esa impresión de celeridad en mis días, ahora es muy acusada y se desplaza más allá de la rapidez a la que viajan los minutos cuando cumples los treinta…
El año pasado, me enviaron un correo que contenía un interesante video o pps. Hablaba de que la famosa predicción maya del fin del mundo será algo más metafórico que apocalíptico. Decía que tal y como el ser humano está tratando a la Tierra, el final de esta era es una necesidad para purificarla. El “último día” no llegará de la forma espeluznante que describe la Biblia, será como un renacer, el omega que antecede al alfa; un cambio de ciclo que implica una nueva y completa consciencia cósmica y una transición espiritual hacia la nueva civilización. La gente que ha “despertado” a esta nueva forma de ver el mundo (nueva consciencia) completará la sagrada misión de “purificar la Tierra”. Pero lo que más llamó mi atención de este video fue, en concreto, una de las siete profecías, la que hablaba del cambio climático y del aumento de la velocidad del sol… Vaticinaban toda clase de catástrofes climáticas: huracanes, inundaciones, terremotos, tsunamis y un calentamiento global y progresivo de la atmósfera que produciría inviernos más crudos y veranos mucho más calurosos. Todo ello generaría la sensación de estaciones más cortas y cambios (solsticios y equinoccios) muy rápidos. Esto ya se acercaba bastante a mi vivencia supersónica del tiempo. Según profetizaron maestros espirituales mayas ( y otros…), la codicia y el exceso de materialismo del ser humano llegaría a unos límites tan peligrosos como para comprometer la seguridad y supervivencia del planeta. Decían que nuestra imperdonable falta de armonía con la naturaleza solo podría acarrear procesos de auto destrucción. Como consecuencia de la contaminación ambiental, la avidez del hombre y otros factores nocivos mantenidos durante largas eras, la Tierra, un ser vivo como nosotros, ha absorbido una gran negatividad y su espíritu, Gaia, ha comenzado una serie de cambios internos para expulsarla y volver a la normalidad; barrer el caos acumulado y recuperar el orden, su (nuestro) estado natural. Son cambios bruscos y rápidos porque no hay tiempo que perder, ¿os suena, verdad? Como una causa encadenada, los movimientos de Gaia han generado que el sol acelere su actividad debido al mayor número de vibraciones terrestres, aumentando la temperatura global varios grados y transmitiendo a las personas altamente sensibles la sensación de que todo se sucede a velocidades asombrosas. Siempre he tratado las profecías y este tipo de supersticiones con cautela, pero todo esto apoyaba mi experiencia del paso vertiginoso de las horas, más allá de las rápidas impresiones cuando, recién casada, cumplí los treinta, ¡benditos mayas!

Desde que conocí estos datos, indagué sobre el tema entre familiares y amigos: “¿Tú también tienes la sensación de que al tiempo le han crecido alas y de que en diario las horas vuelan?”  La mayoría de las personas a las que pregunté me dieron un “sí”, claro y contundente: aparte de la normal percepción vertiginosa del paso de minutos cuando te haces mayor, existe otra mas sutil, pero no menos cierta, de que el diario transcurre a todo trapo; incluso alguien me hizo sonreír al contarme que cuando se sentaba a cenar, a veces, le parecía estar degustando de nuevo el desayuno, la excusa perfecta para alargar la hora de ir a dormir.

Lo que resulta evidente es que el reloj, nuestras mediciones del tiempo, los calendarios y los ciclos vitales son los mismos desde que el hombre existe… entonces, ¿qué está pasando, Navegantes?, ¿tienes las mismas sensaciones con el paso del tiempo?, ¿crees en las profecías mayas? 
Espero vuestra opinión para enriquecer estas reflexiones. Mientras tanto, te dejo unos cuantos besos frescos, recién regados, en mi timón...

See you later and thank you in your time! ;)

22 comentarios:

MAJECARMU dijo...

Buenos días Mar...!
Tus letras nos reciben por la mañana con una reflexión clara y profunda,que nos invitan a remar contigo Mar Adentro...
Y allá en el interior vislumbramos nuestro río,que corre veloz empujado por un tiempo,que no reconocemos...!!
El cambio y la evolución de la que nos hablas es evidente,como evidente es nuestro deseo de vivir y "atrapar el instante"que es nuestra propia vida.Por tanto,hoy nos paramos de nuevo para "fotografiar"el paisaje y grabarlo en el alma...Y alli,darle forma con la idea y el sentimiento,darle sentido a la vida...y VIVIR,amiga.
Mi felicitación por tu reflexión,que nos mueve y nos conmueve,como siempre,porque tus letras salieron del alma...Allí donde grabaste la vida y le diste sentido,idea y sentimiento.
Mi abrazo inmenso y feliz domingo,capitana.
M.Jesús

Mar Cano Montil dijo...

Gracias por tus huellas, amiga; tenerte mar adentro siempre es un lujo ;)

Un beso dominguero carambanero ;)) bbbbrrrrrr!!

Rosario Ruiz de Almodóvar Rivera dijo...

Leo con atención tus palabras y siento tu profundidad, la de Mar Adentro.
Los minutos se van, pero se quedan con nuestras pequeñas obras, cada persona posee unos dones concretos y eso es lo que queda.
Tú posees la escritura y tu vida la estás llenando de libros preciosos.
¡¡ENHORABUENA!!
Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.

Alicia Abatilli dijo...

Me gustó encontrarte, vengo traída de la mano de Rosario.
Creo en mis propias intuiciones, no tanto en las predicciones.
Pero sí, debemos aprovechar cada segundo, el vuelo de una mariposa, eso es la vida.
Hasta pronto.
Bienvenida. Te he encontrado

Mar Cano Montil dijo...

Hola, Alicia:

Me consta que las manos de Rosario son primorosas y siempre construyen cosas buenas... Es un honor que te haya dirigido hasta este espacio marino virtual...
Eres muy bienvenida mar adentro, mi timón se alegra de tu visita; además de considerar la intuición como una compañera fiel y poderosa, también creo que en las señales que conducen los encuentros...

Te abrazo...

Maria Eugenia Aurensanz - Spiral Áurea dijo...

Hola Mar

Ufff, debo ser un bicho raro, porque a mi siempre se me ha pasado el tiempo volando, desde que era pequeña. No he tenido esa sensación de que ahora el tiempo corre más rápido que antes.

Recuerdo que al empezar el cole en septiembre me daba una pereza tremenda pensar todo lo que estaba por delante. Pero es que de repente estábamos en junio, recogiendo las notas.

Y ahora me pasa lo mismo. Jajajajaja. Lo dicho un bicho raro.

Me gusta la expresión Carpe Diem. La vida es corta, disfrutemos de ella, eso si con cabeza ;).

Me alegro mucho de volver a leerte, guapa.

Besotes.

Mar Cano Montil dijo...

Hola, Rosario:

Gracias por recalar en mis aguas; hoy vienes con muy buena compañía ;) Qué lindas tus palabras, muchas gracias por grabarlas aquí, en este humilde timón de sueños y letras... Es verdad, Rosario, como decía el general romano Máximo, en la peli "Gladiator": "Todos nuestros actos encuentran su hueco en la eternidad". Yo sé de muchos niños que jamás te olvidarán ;)

Muchos besitos, guapa.

PSD: Perdona, Rosario, reproduzco de nuevo el comentario, el corrector del navegador me había cambiado algunas palabras, ayyy, internet..., jejeje

Mar Cano Montil dijo...

Hola, Mª Eugenia:

¿Bicho raro... tú?? ¡pues ya somos dos! jajaja...

La vivencia del tiempo es algo muy personal e intransferible, como nuestro DNI ;) Hay sensaciones compartidas y otras, más íntimas... Por ejemplo, cuando yo era una niña y empecé a ir al cole, el lapso de septiembre a junio me parecía una eternidad; por eso me gustaba mirar las imágenes de "El Principito" de Exupèry, me parecía que en un pis-pas llegaba la noche o el día y que todo se sucedía a un ritmo más previsible, ya ves, percepciones infantiles, jejeje...

Yo también me alegro de que ya estés un poquito mejor, sigue cuidándote mucho, ¡eh? La bloggosfera te necesita :)

Besos que ya salen camino del Norte...

joseAntonio Bejarano dijo...

Excelente entrada, amiga. Y tremendo tema que expones. Está claro que el tiempo discurre en igual medida para todos, desde que el mundo es mundo. Lo que ha cambiado , no me cabe duda, es la percepción de ese discurrir. En cualquier momento del dia somos conscientes de ese trascurrir, a todas horas (valga la redundancia) nos recuerdan la hora, los minutos y los segundos en que nos encontramos. Por todas partes aparecen señales de actividades -¡de toda clase para desde recién nacidos hasta ancianos!-. Todo está reglamentado, cronometrado, es un continuo competir con el dichoso reloj (mira cómo trascurre el tiempo presente que, aunque no es más que el espacio que recorre el segundero entre una rayita y otra) es un no parar, nos guste o no nos guste. Y no quieren que paremos nuestra frenética actividad y nos detengamos a practicar ese carpe diem de contemplar la belleza de la arena de un reloj cayendo desde la ampolla superior a la inferior... y cómo inexorablemente se va agotando... y así desde el primer aliento...

Quiero ver el paso del tiempo, y quiero seguir su discurrir y notar que el tiempo pasa, que el tiempo es más... que hay más, aunque no sea verdad.

El mundo acabará algún día, pero porque en cada uno de nosotros está el mundo.

Para terminar, que me reclaman insistentemente para cenar, ahí va una frasecita que resume una gran lección: En Roma, el general victorioso atravesaba las calles aclamado por la multitud. Tras él, un esclavo musitando al oído victorioso: MEMENTO MORI...

Mar Cano Montil dijo...

Hola, Jóse:

Si de una cosa se siente orgulloso mi bergantín es de los Navegantes de lujo que salpican su tinta dorada en este timón...
MUCHAS GRACIAS por este precioso comentario que bien podría ser otra entrada (cada vez escribes con más arte onubense de lujo ;))

Es verdad, cada uno de nosotros somos un trocito de mundo..

MEMENTO MORI es una poderosa vacuna para la soberbia... Me gusta esa anécdota; aunque en algunos sitios cuentan que el esclavo aquel realmente le dijo: "Recuerda tu condición humana, no eres un Dios..." En todo caso, y como decía Saramago: "La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva".

Un abrazo inmenso que ya está llegando a Huelva... :)

bixen dijo...

Excelente reflexión que no voy a responder directamente. Alguien atrás alude a "El principito", y yo lo reduciría a su capítulo "El farolero" como respuesta vaga.
Si el tiempo cada vez nos pasa más rápido, es porque cada vez tenemos más recuerdos. Es como en cuanto más conocemos otros barrios, pueblos, provincias, naciones, planetas, galaxias... más pequeños nos sentimos, aunque sabemos que seguimos iguales.

joseAntonio Bejarano dijo...

Mar
Si he aludido a la célebre frase es porque lleva implícito el carácter temporal del triunfador y a su condición humana (los dioses, inmortales) y he tratado de complementar tus reflexiones con esta frase que a veces -poquísimas, la verdad- he tenido la ocasión de repetirme a mi mismo.

Yo creo que cada uno de nosostros somos un mundo en su órbita con su principio y su fin; en medio, la vida cual navíos: su derrotero, sus averías, sus vientos bonancibles o tempestades, sus naufragios en mares embravecidos, o simplemente varados en paradisíacas playas a la espera de la subida de la marea.
Al final, SIEMPRE CON ESPERANZA, el desguace.
Y ahora te dejo que hoy tengo la agenda... EN BLANCO!!!
:-)

bixen dijo...

'Vulnerant omnes, última necat'
"Todas hieren, la última (hora) mata"
Posdata: La frase solía grabarse en los relojes antiguos para que no olvidases darle cuerda.

Gustavo D´Orazio dijo...

Buen texto Mar...Saludos.

Luisa dijo...

Hola, Mar.

Paso a saludarte, haciendo un hueco en la segunda corrección de mi novela. Esa sí que acapara todo tiempo. Y no veas cómo vuela… Un cohete se queda corto.

Me han encantado tus reflexiones. Últimamente pienso mucho en el transcurso del tiempo. Por más que quiero alargarlo… ¡Puf! No da de sí.

Un requetebeso, guapetona.

JUAN dijo...

Querida Mar, has pintado un excelente paisaje al tiempo con esa paleta de colores que son tus maravillosas letras. Y es que el tiempo, es solo un instante que desde siempre gobierna nuestras vidas.
Casi diría que con él, no existe pasado, presente, ni futuro, todo avanza en su lento dicurrir, muy semejante a esa subida de marea que siempre al descuidarnos, nos atrapa sin darnos cuenta y ya no nos deja alcanzar la otra orilla.
Pero es así amiga mia, como nuestra vida que es un ínfimo soplo de viento y que también forma parte del universo como todo su ciclo en conjunto.
Cuántas veces he escuchado ¿por qué no lo hice antes? ¿Si pudiera hacerlo ahora?
Por eso, hay que vivir de lo que cada instante la vida nos ofrece y no pensar en el después, que igual ya no existe con la misma oportunidad.
Cuántas veces metódicamente hacemos previsiones y -no digo con ello que no debamos hacerlas- ya que tenemos que vivir con un cierto orden, pero la vida nos demuestra por experiencia y lo vemos día a día, que casi siempre no obtenemos todo lo que planificamos, ya que el tiempo trabaja con nosotros en su propia dimensión, aplicando en nuestras vidas ese reto de múltiples factores determinantes.
Por eso, vivir el momento es lo que importa, sabiéndonos aplicar en su justa medida esa porción de elixir que solo necesitamos para ser felices y a ser posible, procurando que los demás también tengan la oportunidad de serlo.

Un abrazo muy fuerte chavalota. Desde el alma, te envío todo mi cariño y afecto. Un beso muy grande Juan.

José Vte. dijo...

Querida Mar, interesante reflexión. Yo suelo ser de los que dicen que el tiempo pasa volando. Recuerdo cuando era niño y luego adolescente, siempre deseando "hacerme mayor", parecía que los días no pasaban.
El tiempo sigue siendo el mismo, pero es muy relativo según la percepción.

Sólo porque has sacado a colación el tema de la profecía maya, quiero comentarte algo.
Hace unas semanas, en una propuesta colectiva sobre relatos de profecías, a mi se me ocurrió un relato múltiple llamado "Crónicas de la Muerte Dulce". Me gustó y me pareció interesante continuarlo y no sólo eso si no solicitar a quién lo deseara colaboraciones para agrandar las crónicas, que no es más que una especie de diario del apocalipsis.

Yo no creo para nada en profecías que acaban con el mundo, pero como divertimento literario me pareció excitante.

Te dejo el enlace al blog que cree exprofeso, a la presentación y normas y al relato completo, como está de momento, por si te interesa colaborar con alguna historia. Creo que está quedando bastante interesante.

Crónicas de la Muerte Dulce
Presentación y normas

Relato completo

Un abrazo

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola, Mar

Ya ves, cómo está mi memoria, jaajajaj. Se me había olvidado contestar a tu pregunta.

La verdad, no creo que el 21 de diciembre llegue el fin del mundo. Dudo que los mayas se refieran a un caos y destrucción total del planeta. Tal vez, si se produzcan cambios y transformaciones. De hecho ya las estamos viviendo.

Tengo planes a largo plazo ;). Otra cosa es que se cumplan, jaajajaj. Pero no será por la profecía de los mayas.

Besotes.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Excelente tu estudio y magníficas tus reflexiones. No tengo mucha fe, por no decir ninguna, en las profecías sean del tipo que sean, estoy bastante pegado a la realidad, si he de creer en algo irreal, prefiero hacerlo en los sueños de ojos abiertos, que los puedes amoldar a tus necesidades, gustos o deseos.
Lo que sí es cierto es que el tiempo vuela y que a medida que se va llegando a la estación de destino, más rápidamente pasa éste.
En cuanto al castigo que le estamos propinando al planeta tierra, creo que la naturaleza es sabia y que al igual que nuestro cuerpo se defiende ante los ataques de un virus o una bacteria, igualmente lo hará la tierra, la verdad es que es un problema que no me quita el sueño.
Gracias, querida amiga, por dejar tu huella en mi blog de oraciones. Últimamente no estoy pudiéndoles dedicar demasiado tiempo, espero no terminen muriendo de inanición.
Un beso, Mar.

Mar dijo...

¡Hola tocayita!.
Ya ni te acordarás de mí... yo de ti sí.

Pasar y navegar Mar Adentro es sumergirme en ese Mar (con mayúsculas) que, posiblemente, tema.

Sí... temo. Temo porque me haces reflexionar... y, ¿sabes?. No siempre me gusta a las conclusiones que llego.

El tiempo. El paso del tiempo. ¿Dónde nos lleva ese paso del tiempo?.

Haces unas preguntas concretas y, a preguntas concretas, respuestas concretas.
No, no tengo las mismas sensaciones con el paso del tiempo.
No, no creo en las profecías mayas.

Seguro que estás pensando: ¿y si se cumplen?. ¿Y si todo acaba este año?... Pssst... ¿Qué más da?... No nos vamos a enterar... ;)

Nena. Ha sido un gusto, como siempre, pasar por tu casa.

No te olvides de esta murcianica.

Besos y abrazos... apretujaos.

Mar Cano Montil dijo...

Hola, chicos :)

bixen, Jóse, Gustavo, Luisa, Juan, José Vte., Mª Eugenia, Terly, Mar...

Me apunto vuestras reflexiones y opiniones. Es un placer contar con vosotros; muchísimas gracias por arribar a este cachito de mar cibernético...

Un besote enorme para todos, feliz inicio de semana.

Mariluz GH dijo...

Mi querida capitana... yo no sé de ciencias para hablar de tiempos y espacios :) pero tengo una experiencia ciertamente "espeluznante": hace apenas "un par de años" cumplí 25 y el pasado día 11 ¡cayeron los 56! ¿no es terrorífico? (además de gratificante, claro)

El mundo se acaba con cada segundo que se escapa del reloj y, especialmente, para quienes ya dejan esta vida.

abrazos para ti :)

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PENSAR... MAR ADENTRO.

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«La mente intuitiva es un don sagrado del que la mente racional es su fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que honra el sirviente y ha olvidado su don» © Albert Einstein. Imagen: Faro de Suances (Cantabria) © Mar Solana.

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ME GUSTARÍA SER DUEÑA DE UN INGENTE TESORO...

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... EL TIEMPO DESGRANADO Y SIN PRESTEZAS PARA ESCRIBIR, ESCRIBIR, SÓLO ESCRIBIR...

«Escribir es un autobús que te conduce a la calle Catarsis, con muchas paradas, pero directo».

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¿Y leer? Me apasiona devorar libros. Es como visitar el hogar espiritual de mis escritores favoritos y paladear un delicioso vino de su mejor cosecha de Letras... Un buen libro es como una liana, te ayuda a desplazarte por la inmensa selva de tu imaginación... Leer también me facilita la tupida tarea de ir desbrozando esa maleza que se enreda entre la escasez de ideas y la falta de inspiración... ¡Nunca dejes de leer!

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JOSÉ SARAMAGO: 16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010... ¡HASTA SIEMPRE MAGO DE LAS LETRAS!

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"La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva. Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran." Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte...

EL BESO QUE TE ADIVINA ...

EL BESO QUE TE ADIVINA ...
... es la luz que te conduce a sacar de tí lo mejor, a crecer en la mirada de quien verdaderamente te ama. El verdadero amor te quiere libre y como ser expansivo. Nunca admite murallas para el alma que respira... Es descubrir tu segunda piel, la que te eleva a la capacidad de ser decididamente afectivo, humedeciendo con licor de alegría los desiertos emocionales ... CARLOS VILLARRUBIA.

VIVIMOS SIEMPRE JUNTOS...

Llenamos el caldero
de risas y salero,
con trajes de caricias

rellenamos el ropero.

Hicimos el aliño

de sueños y de niños,
pintamos en el cielo
la bandera del cariño.

Las cosas se complican,
si el afecto se limita
a los momentos de pasión...

Subimos la montaña

de riñas y batallas,
vencimos al orgullo
sopesando las palabras.

Pasamos por los puentes

de celos y de historias,
prohibimos a la mente
confundirse con memorias.

Nadamos por las olas
de la inercia y la rutina,
con la ayuda del amor.

Vivimos siempre juntos, y moriremos juntos,
allá donde vayamos seguirán nuestros asuntos.
No te sueltes la mano que el viaje es infinito,
y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo,
y llegará el momento
que las almas
se confundan en un mismo corazón...
(Letra y música: Nacho Cano)

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